Existen en el mundo un sin fin de lugares que esconden una gran belleza, pero que constantemente quedan fuera de las grandes excursiones.
Trieste - Italia
¿Por qué no está en la lista de las ciudades italianas que hay que visitar? No lo sabemos, pero una de las razones más importantes para visitarla, es su crisol de culturas, en una línea de tierra que se enclava en el mar casi hasta llegar a Eslovenia.
En su momento fue el puerto más importante del imperio Austro-Húngaro que aún conserva un explicable atractivo del pasado. El escritor James Joyce comenzó a escribir su obra Ulises en este lugar y no en Dublín. El esplendor de Habsburgo se respira por cada uno de sus rincones gracias a sus cafés vieneses y al desarrollo de la cocina de Europa central de estilo neoclásico frente al mar.
Arras - Francia
Con sus dos plazas españolas de Flandes, bordeadas por casi 155 casas estilo sueco, Arras es una asombrosa sorpresa para quienes recorren el olvidado norte de la vieja Francia.
En este lugar vale la pena quedarse más de un día donde se puede admirar su arquitectura del siglo XVII y XVIII. Se permite subir a la torre del campanario y disfrutar de grandes vistas y pasear por más de 22 kilómetros de túneles subterráneos, que fueron utilizados por los soldados en la Segunda Guerra Mundial.
El estado de Guajarat, al norte de la India, no es uno de los más visitados por los turistas, pero la excursión compensa a quienes se atreven a explorarlo. Además de gozar de una cálida bienvenida se experimenta el encanto al estar frente a la isla de Diu donde se encuentra el palacio de Bhuj, un templo en ruinas lleno de ricas artesanías. También se puede visitar el pequeño desierto de Rann en Klutch donde habita el asno salvaje.
Comúnmente olvidada por su vecina Sicuani, este lugar es digno de mayor atención por su imponente posición frente al río Yangzi y su rica comida picante.
Aquí también se disfruta del contraste de la China moderna con la de barcos viejos ubicados en los muelles que suspenden las mercancías en grandes postes de bambú.
La ciudad de granito, conocida así por sus construcciones hechas con este material, destaca por el colegio del Rey construido en el siglo XV, ubicado justo frente a una extensa playa y un pintoresco pueblo de pescadores.
Más allá de la costa se encuentrael Castillo Dunottar y el imponente e inspirador acantilado donde se filmó Hamlet por Franco Zefferelli.
Utrecht - Países Bajos
Talvez el gran atractivo de Amsterdam ha ocasionado que se olviden un poco de las bellezas de Utrecht, sin embargo conserva su belleza arquitectónica rodeada por un canal medieval que se puede recorrer en barco y conocer sus animados y alegres muelles.
La ciudad fue construida con la idea de estar conectada en canales, por lo que sus casas impresionan y sus bares bohemios, tiendas y restaurantes conquistan a cualquiera.
Mequinez - Marruecos
Todo mundo habla de Marrakech y Fez, pero cuándo se han tomado el tiempo de visitar Mequinez. Sin duda es una escala más pequeña que la de sus hermanas más famosas, pero tiene puntos arquitectónicos clave como sus 45 kilómetros de muro, 50 palacios y las ruinas de Volúbilis, una antigua ciudad romana.
Helsinki - Finlandia
La pequeña capital de Finlandia es la ciudad más septentrional de Europa ubicada frente al Báltico. Sus mayores atractivos se concentran en las islas que la rodean como la Fortaleza de Soumenlinna construida en el siglo XVIII.
Helsinki cuenta con edificios gloriosos de estilo art nouveau y restaurantes de 1930, limpios y con excelente servicio. Otra de sus características es su sol brillante en las noches de los meses de junio a agosto.
Jerez de la Frontera - España
Sus alrededores son famosos por la producción de jerez además de sus muchas iglesias ornamentadas, su gran ciudadela y por sus bodegas en donde se permite degustar la famosa bebida. Este pueblo también es el corazón del flamenco y uno de los mejores lugares de España para experimentar auténticas representaciones de este baile apasionado.
Takayama - Japón
Los lugareños recomiendan hacer un viaje a la menos transitada isla de Honshu para conocer el verdadero sentido japonés. Quienes se atreven tendrán la oportunidad de conocer Takayama, una pequeña ciudad llena de mercados matutinos, fabricas de sake y santuarios como el de Shirakawa-go famoso por sus casas rurales en forma de triángulo. Tal ves la mejor postal de este país oriental.
No se queden sólo con las opciones que les ofrecen en la agencia, vayan más allá, a veces creemos que un viaje así seguramente será muy costoso, pero lo cierto es que pueden gastar lo mismo o incluso menos que lo que tenían contemplado en su presupuesto para la Luna de Miel.
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